La espiritualidad
de Aa'mhet
La sociedad aa'mhita es profundamente religiosa, los dioses forman parte de la vida de sus ciudadanos de una forma indeleble condicionando su forma de pensar, actuar y responder frente a la las dificultades.
Los componentes
del ser humano.
El espíritu humano se compone de varios elementos de los cuales, los más importantes son: ab, ka, ba, ren, y shuit. Además de estos componentes estaba el cuerpo físico, tomando este como el conjunto de elementos corporales. También era posible adquirir, mediante un proceso de iniciación, el akh y el sekhem.
sus orígenes.
En textos más antiguos se refería al cuerpo físico como iat, y al cuerpo espiritual como sajhu, "espíritu" ba, un "doble" ka, inteligencia ju, su sombra hajbit, una forma sekhem, un corazón o mente ib, y un nombre ren. El cuerpo, liberado de las partes fácilmente corruptibles, para ser preservado, era limpiado con agua del Nun'tis, rellenado de especias y plantas aromáticas, envuelto con vendas de lino, y protegido por amuletos y textos religiosos, aguardando en su tumba la visita de su ba, preservado hasta que sucediera su resurrección.​
Las distintas partes en profundidad.
Ab, el corazón
La sede de los pensamientos y las emociones, del pensamiento intelectual, la conciencia y la moralidad. Se antepone a la pluma de Aat’sari durante el juicio de Usu’jret.
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La concepción animista del corazón quedaba expresada en frases cotidianas como: aut-ab «alegría» (literalmente: amplitud de corazón), aqa-ab «honrado» (de corazón correcto), uba-ab «confiar en» (abrir el corazón), ua-ab «insolente» (exceso de corazón), uah-ab «capaz de hacer» (soltar el corazón), beten-ab «insolente» (de corazón desafiante), hehy-en-ab «ingenioso» (de corazón que busca), Jak-ab «enajenado» (carente de corazón).
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La palabra hati se utiliza para indicar el corazón en su aspecto físico.
Ka, el principio universal
e inmortal de la vida.
Ka es un concepto semejante al de la "fuerza vital", lo que diferencia a una persona viva de otra muerta, muerte que ocurría cuando ka abandonaba el cuerpo.
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También creen que el ka se mantenía por medio de los alimentos. El ka podía perdurar en el cuerpo del difunto si se conservaba momificado; por esta razón era necesario embalsamar a los cadáveres, y se debían depositar ofrendas de alimentos a los difuntos, aunque era los kau de las ofrendas lo que se consumía, no la parte material.
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El ka de los dioses y avatares está indisolublemente unido a su cuerpo, mientras que los demás obtienen su ka por mediación de los avatares. Las condiciones de la vida futura en la Duat dependen del veredicto en el juicio de Usu’jret.
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El ka de avatar posee un poder especial, procede directamente del dios y se relaciona también con los súbditos debido a que el ka de éstos procede de los avatares. Es uno de los elementos sustentantes de la teocracia aa’mhita.
Ba, el alma
Es la parte trascendente que permanecería con el cuerpo tras la muerte del individuo. También es lo que hace único a un ser, similar a la noción de "personalidad". Como el alma, el Ba es la parte de una persona que vive después de la muerte del cuerpo. Es un concepto referente al difunto y no al hombre vivo; el ba es un mediador entre el mundo de los dioses y la Tierra, pues tiene movilidad y hace posible que ambos mundos se relacionen.
Ren, el nombre
Es el nombre que la persona recibe al nacer, aunque podría cambiar a medida que la persona iba evolucionando. El Ren vive mientras el nombre fuese pronunciado, lo que explica los grandes esfuerzos realizados para protegerlo, escribiéndolo profusamente en papiros y monumentos, o destruyéndolo en casos de manifiesta enemistad. A menudo la prolongación o modificación del Ren suponían un acto honorífico en el que el individuo podía obtener reconocimiento por un acto realizado o una circunstancia social.
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Damnatio memoriae. Es un castigo muy severo, se procedía a eliminar todo cuanto recordara al condenado: imágenes, monumentos, inscripciones, e incluso se llegaba a la prohibición de usar su nombre.
Shuit, la sombra
La sombra de una persona estaba siempre presente. Una persona no podría existir sin una sombra, ni la sombra sin la persona, por lo tanto se concluye que la sombra contiene algo de la persona que representa. Por esta razón las estatuas de los seres humanos, avatares y dioses fueron referidos a veces como sus sombras. El shuit fue representado como una pequeña figura humana pintada totalmente de negro, símbolo de la muerte, o como un sacerdote de Ann’ube.
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En las teorías funerarias la sombra es considerada como una especie de entidad espiritual, constituyente de la identidad de cada persona, debido al evidente hecho de que una persona no existe sin sombra, y la sombra de cada persona no existe sin la misma; conjeturaron que la sombra contenía algo esencial de la personalidad.
Akh, el cuerpo luminoso
Es el cuerpo luminoso o de gloria, un elemento vinculado con la "luz", es un concepto netamente funerario ligado a las estrellas, y con ellas, a la resurrección e inmortalidad.
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Solo los avatares tienen akh por nacimiento, otros pueden obtenerlo mediante iniciación y trabajo. Es la máxima expresión para un ser humano.
Sekhem, la fuerza
y voluntad divinas
La manifestación de la fuerza y voluntad divinas, innata los avatares aunque también podía conseguirse mediante iniciación y arduo trabajo, y confería al que lo obtenía el poder de los dioses en este mundo. Los avatares, sacerdotes, o magos, que lo poseían se convertían en portadores de la fuerza y voluntad divinas y su manifestación en este mundo.