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Aa'mhet es una ciudad-estado con más de 12.000 km de superficie actualmente, dentro y fuera del abrazo del Nun'tis (a excepción de la orilla más occidental, que permanece deshabitada) y cuenta con casi 4.000.000 de habitantes. En los últimos tiempos la llegada de extranjeros de otros planos se ha vuelto habitual por lo que la ciudad se encuentra en constante expansión; la orilla oriental del río se encuentra dominada por andamios y edificios en construcción, algunos, pese a no estar terminados, ya se encuentran habitados.



Se habla y escribe en Lughat'ealia, la alta lengua de Aa'mhet. Ha derivado mayormente del egipcio antiguo aunque, a medida que llegaron extranjeros de otros planos con sus propios idiomas, se fue mezclando dando lugar a algo completamente distinto. Conservan la escritura hierática de sus antepasados desérticos y la escritura jeroglífica ha quedado destinada únicamente a los dioses como la Lughat'iilahia, la divina lengua que se puede encontrar en todos los Maeth, también en lugares históricos como el Observatorio o la Necrópolis.
Sus símbolos son, casi todos, heredados y relacionados con el entorno. Animales, plantas, estrellas y edificios... El Sol de Oro sobre un Mar de Nubes es su escudo y su bandera, compartida con el Maeth-Atu'rai, y se puede ver en cualquier lugar de la ciudad; desde los distintos Maeth hasta grabado en las puertas de las casas como símbolo de protección. Otros símbolos corresponden con los dioses, como los chacales o los melivores, con estrellas como Sotis, las cruces de protección o el Ojo de Har'us. Cada uno es elevado para un momento concreto, para la guerra, para la salud, la vida cotidiana, para obtener guía...


Aa'mhet es una ciudad autosuficiente, ha sido diseñada de esa forma y sus habitantes han crecido sabiendo que necesitan trabajar duro. Apenas existe comercio exterior pero la mayor parte de este se da con el Árbol y va en ambos sentidos, pues los elfos nunca han sabido tratar al desierto. Aa'mhet vende minerales en su mayoría y el Árbol corresponde con productos de otros planos y, en general, todo lo que necesite un suelo fértil para crecer.